Capítulo 3: El micrófono no muerde

¿Cuál es tu actitud frente al micrófono?

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Unidad 3.1: SENTIRSE Y SENTARSE BIEN

Llegó el momento de entrar a cabina. El bombillito rojo “en el aire” se ha encendido. Es hora de hablar. ¿Cómo acometer el desafío de la palabra?

Lo primero, sentirse bien. Olvida tus preocupaciones personales. ¿Peleaste con el novio, te esperan las facturas del teléfono y la luz, tienes diez kilos más de peso, te robaron el carro, te duelen las tripas? Al público no le interesa nada de eso.

Cuando entres a cabina, deja fuera, engavetadas, tus preocupaciones. Desconéctate. Concéntrate en tu trabajo. Y comienza a hablar como si acabaras de ganar la lotería. Eso es profesionalismo.

Si estás de mal genio, reconcíliate contigo mismo. Controla tus sentimientos. Porque ellos se transmiten a través del hilo mágico de la voz. Si estás triste, tu público se entristecerá. Si estás alegre, se alegrará. Si estás frío, enfriarás a quienes te escuchan. Si cansada, salpicarás cansancio a tu audiencia.

Llénate de energía positiva. Cárgate de entusiasmo. Ponte pilas nuevas. Aunque no tengas muchas ganas de hablar, repite para tus adentros: Quiero conversar. Me cae bien la gente. Amo a mi público.

Y lo segundo, sentarse bien. Si estás al borde de la silla, la voz te saldrá nerviosa, insegura. Si estás doblado hacia delante, la voz te saldrá también doblada, tendrás problemas para respirar. Si estás retorcida, también tendrás problemas de respiración. Y si te descuidas, se te retorcerán las ideas. Si estás repantigado, descolgado hacia atrás, la voz te saldrá dormida, sin fuerza.

Siéntate bien. Acerca la silla. Espalda recta, pecho bien levantado. Mirada al frente. Descansa las manos sobre la mesa. Colócate bien frente al micrófono.

¿Tienes corbata? Aflójala, para que puedas respirar bien. ¿Tienes sostén? También aflójalo, para que te sientas cómoda. Sueltos los cinturones, sueltos los bluyines que oprimen la panza. Que tu cuerpo esté tan relajado como tu mente.

Respira bien. Relájate. Experimenta cómo el aire fresco ventila hasta el último rincón de tu cuerpo, desde la coronilla hasta el dedo gordo del pie.

Siéntete bien. Siéntate bien. Y echa a volar tus palabras.

Práctica 5: FRENTE AL MICRÓFONO

¿Con cuál de estas caras sueles entrar a cabina?

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¿Cómo te sientas cuando estás locutando en la cabina?

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Unidad 3.2: ESQUIOFRENIA RADIOFÓNICA

En pocos minutos comenzará la radiorevista. Paola y Julián, los conductores, hablan animadamente en el pasillo. Se ríen con el último chiste, se cuentan la película que vieron el fin de semana.

Ahora entran a cabina. Julián carraspea, Paola ordena los papeles. El técnico levanta la mano y da la señal de comenzar.

JULIÁN Buenos días, amables radioescuchas. Una vez más llegamos a sus hogares para acompañarles durante las próximas tres horas…

Julián habla ceremonioso, circunspecto. Paola adopta el mismo tono formal y severo:

PAOLA En el programa de hoy brindaremos variados temas de su interés…

¿Qué pasó? Antes de entrar a cabina, Paola y Julián eran dos jóvenes alegres, pícaros, chéveres. Detrás del micrófono, cambiaron totalmente. Se pusieron serios. Olvidaron la frescura y la sabrosura de la vida.

Estamos ante un caso frecuente de doble personalidad, de esquizofrenia radiofónica. Sus síntomas son esa cara de palo, esa mirada sin brillo, ese tono mo-nó-to-no.

Dicho desequilibrio no es exclusivo de la radio. Se da también en los otros medios de comunicación. Se repite hasta el cansancio en cursos, seminarios, encuentros, conversatorios y demás espacios intelectuales.

Nadie ríe. Los ponentes mantienen una falsa solemnidad. Las expositoras fruncen el ceño y leen ponderadamente. Presentadores y oradores compiten en aburrimiento.

¿De dónde procede esta enfermedad, qué microbio la produce?

Es un virus antiguo. Se contagia en las escuelas, las universidades, en las iglesias y partidos políticos, en las reuniones de adultos.

Quien ríe pierde autoridad, nos enseñaron. Por eso, los maestros y los jefes no se permiten siquiera una sonrisa. Mientras más doctorados y títulos ostenten, más acartonados hablarán.

Este tono triste y gris oculta una gran arrogancia. ¿Cómo yo, siendo licenciado, siendo directora, voy a ponerme de igual a igual con el público?

Libera la palabra, compañero. Deja a un lado los papeles, compañera. Llénate de entusiasmo y corre el riesgo de hablar y de reír.

Antes de comenzar el programa, la charla o el discurso, piensa en tu público. Imagínalos, si estás en cabina. Míralos, si los tienes delante. Te quieren, te están sonriendo. Y esperan pasarla bien escuchándote.

La esquizofrenia radiofónica tiene cura. Una de las mejores vacunas contra ella la aplicaron en una emisora dominicana. A Paola y Julián les habían grabado su radiorevista de tres horas. Cuando terminaron, el director los llamó y los encerró en un salón para que se escucharan.

DIRECTOR En tres horas vuelvo… ¡Que se diviertan!

Práctica 6: EVALÚA TU LOCUCIÓN

Haz exactamente lo mismo que el director dominicano. Graba todo tu programa (o si no tienes programa, una hora de locución) y después te sientas a escucharlo. ¿Te aburres? ¿Te resulta divertido? ¿Por qué te cansa tu forma de hablar? ¿Cómo sospechas que te escucharán los demás? ¿Llegarán al final del programa o cambiarán de estación?

Unidad 3.3: NO TE TOMES TAN EN SERIO

La gente prende la radio para distraerse, para alegrarse la vida. Tenemos tantos problemas encima que necesitamos reírnos para poder sobrellevarlos. Si sale una locutora seria y fría, lo más probable es que cambiemos el dial y busquemos otra estación. Si aparece un locutor acartonado, con vocación de sepulturero, los oyentes se aburrirán a los pocos segundos. El público no suele ser masoquista.

Hay que aprender a reírse ante el micrófono. Por supuesto, cuando el tema que estamos tratando lo permita. (¡No vamos a carcajearnos después de la noticia de un desastre!). Pero la mayoría de las veces, cuando estamos saludando a alguien o poniendo un disco, cuando comentamos asuntos de la vida cotidiana, hay lugar para la risa, para la chispa y la picardía.

¿Cómo remediar nuestra seriedad ante el micrófono? Cambiando de actitud. Mientras te sigas tomando tan en serio, mientras te creas tan importante porque tienes un micrófono en la mano, no podrás transmitir alegría a nadie. Porque la alegría sincera nace de un sentimiento democrático, de no sentirse superior (ni inferior) a los demás.

Deja ya el engolamiento y el ceño fruncido. Lo primero es sonreír. Aunque no tengas ganas, sonríe. Verás que tu voz saldrá más alegre por el micrófono.

Lo segundo es reír. Que suene tu risa por el micrófono. Atrévete. Te sentirás más feliz y contagiarás tu buen humor a la audiencia.

Práctica 6: ¿TE RÍES ANTE EL MICRÓFONO?

En el programa de hoy, ¿cuántas veces te reíste? ¿Muchas, pocas, nunca? Saca la cuenta. Y saca las conclusiones.

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Capítulo 3: El micrófono no muerde

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25 comentarios sobre «Capítulo 3: El micrófono no muerde»

  1. Felicitaciones, son aspectos sumamente importantes que es menester llevarlos a una práctica constante, a fin de conseguir los logros deseados.
    Todo se logra con esfuerzo, dedicación y una gran dosis de buena voluntad, obviamente la vocación es factor fundamental.

  2. MUCHAS GRACIAS ESTA INFORMACIÓN ES DE GRAN UTILIDAD PARA TODOS AQUELLAS PERSONAS QUE TENEMOS POCA EXPERIENCIA EN ESTE MEDIO Y NO HEMOS TENIDO OPORTUNIDAD DE ESTUDIAR A FONDO COMO SER UN BUEN LOCUTOR (A) BENDICIONES POR LA INFORMACION LA PONDRE EN PRACTICA.

  3. Es importante romper los esquemas de la radio tradicional,eso de hablar como locutores de panegírico ya paso de moda,tenemos parecernos cada día mas a nuestras audiencia,la cual es alegre y divertida.Creo que la nueva generación de locutores y locutoras debe hacer la diferencia y establecer nuevos estilos de hacer radio.

  4. la verdad para quienes se inician en la radio estar frente a un microfono es siempre dificil, hasta vencer el temor que un público lo escucha, ya que el oyente es quien calificará al locutor sobre la manera de expresion, la forma de conducir el programa, el estado de ánimo etc. todo depende de la seriedad, serenidad y preparación al conducir un programa y del ánimo que se brinde al oyente.

  5. Interesante curso. Mis maestros me enseñaron que debía ser natural. Que el engolamiento no es correcto. Aunque suele ser que quien más engola se siente más estimado por los que contratan «VOCES». Todavía recuerdo cuando GARZA, un locutor de la XEW de México fue presentado ante la ASOC. de Locutores de El Salvador, por RAUL MONZON, el locutor que escuchábamos presentar en UN MENSAJE A LA CONCIENCIA, del Hno. Pablo. Cuando Raúl termino de presentarlo con su vozarrón, se escuchó una vocecita: la de GARZA quien era el locutor más escuchado de MÉXICO DF. Su secreto? hablar como cualquier mortal, sin engolamientos y por eso la gente saturaba las líneas telefónicas, por la confianza que proyectabaa todos sus oyentes. No hubiese sido lo mismo si lo que oían fuese un una voz pastosa!

  6. Este capitulo dice muchas cosas verdaderas, como la doble personalidad, eso suele pasar a menudo ; de que siempre se ponen firos y aburren a quien sea, pero si son alegres, eso se transmitira y tambien a las personas que no escuchan les diran que es un buen programa.

  7. Es realmente importante estar consciente que la profesionalidad no es sinónimo de sobriedad y acartonamiento, aunque claro tampoco es bueno llegar a extremos donde lo que para uno puede ser gracioso, para otros puede ser algo realmente serio y podemos herir suceptibilidades de los escuchas….me pareció excelente el capítulo

  8. En este sentido es muy importante en primer lugar que los problemas o situaciones personales que nos preocupan y desconcentran los dejemos en la casa o en la calle a la cabina o sala de grabación solo se debe llevar ganas, animo y concentración cargada de dinámica para que todo nos salga bien y así el oyente no detecte esta situación. La posición, el estado de animo y la concentración son elementos básicos y fundamentales para contagiar de buena energía a nuestra audiencia.

  9. eso es lo principal de un locutor, precentador o cualquier persona que trabaje con el publico «LA SEGURIDAD» ya que si tu la tienes la transmites a los oyentes.

  10. Saludos.
    Bueno amigos y amigas es verdad a veces no somos capaz de reirnos realizando un programa radial, atrevamonos a hacerlo que seguro eso hara sentir bien al oyente y logrará que nuestra profesión sea mas agradable de realizar cada día..Exitos

  11. Que bueno, que el microfono no duerme, tampoco muerde, ni te castiga, a lo mejor espera
    conocernos mas, por eso esta bien que si se da la circuntancias y amerita el tema hay que reirse, lo hare de aqui en mas en mi programa, se que me dara resultados positivos.
    Gracias amigos. Reirse de uno mismo es el primer paso..

  12. Me gustó mucho este capítulo, tiene que ver un poco con la reflexión que hice acerca del primer capítulo:
    «Creo que es importante mantener la naturalidad de nuestra voz, de hecho es algo que siempre me crítican otros locutores de la emisora en que trabajo.
    Ellos dicen que a los usuarios les gusta la gente que habla «bonito» y les respondo que cada quien tiene su propio timbre de voz y el hecho de engolarla significa crear un formato de voces parecidas que a la final son fingida porque muy poca gente habla así…si los ven en la calle ni los reconocen».
    Es recomendable mantener nuestra personalidad, ser autenténticos y ¡no imitar a otr@s! es mi humilde opinión.
    Un abrazo a tod@s.

  13. Así es me gustaron estas recomendaciones porque mi jefa yo la veo grabando y ella siempre muestra lo mejor de ella, eso me enseña a mi que delante de un micrófono yo tengo que mostrar mi mejor actitud. Para que las personas perciban la atención que uno le da.

  14. Realizando grabaciones junto a mi jefa, Yanira Pino, me ha hecho recomendaciones como las mencionadas en este capitulo. Él me ha servido para reforzar y afianzar esas recomendaciones y creo que en verdad funcionan. Son excelentes y me encantó este capitulo.

    1. Este capitulo me llevo a recordar un taller que Yanira pino llevo a cabo donde trato esto temas desde la posición que tomamos para estar en cabina también que debemos de inprernar energía positiva atravesar de los micrófono y un poco de risa esto capitulo están excelente es como si la persona que lo redacto estuviera del antes de mi exponiendo dicho temas, lo estoy disfrutando

  15. estoy de acuerdo con el capitulo, pero siento que todo dependerá del tipo de programa, siento que esa conducta podría ser más para algun turno de locución o para una revista, pero no para noticias o de un forma alegre pero en menor intesidad. sin duda muy buena recomendción, lo pondré en práctica

  16. Estan muy bien las recomendaciones ,todo depende del tipo de program el que realiso es un periodistico con entevistas en vivo a diferentes actores politicos y sociales ,dura 4 hs o sea que se debe pasar por todos los estados de animo peor lo fundamental es que la gente sepa quein esta atras del microfono,que identifique la voz ,porque sin querer ppor diferentes motivos emosinles puede haver un cambio de voz o tonalidad ,mas cuando estas entrevistando ,y tambien dependiendo del entrevistado y de la forma en que se hacen ,siempre hay que matizar tanto en la locucion como en la musica y cuando las situaciones son medias para sonreir es bueno hacerlo al menos en mi pais

  17. Este capítulo es muy serio, pues nos pide que actuemos naturalmente ante el micrófono, que sintamos que hablamos a nuestra familia, a nuestros amigos, no al público lejano separado por un estudio y un receptor de radio, interesante y lo que queda en practicar.

  18. Excelente recomendación…. la consigna de mi programa es «Vivir bien y reír mucho»
    Este capítulo me encanto.

    1. No cabe dudas que esta excelente, ahora yo realizo programas periodísticos, y aunque no hay mucho de que reírse, siempre ponemos algunas notas que nos saque la rigidez, o algún tema musical, como para descontracturar al oyente.

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