La compañía de autos eléctricos Tesla Motors apuesta por el open source y cree que las patentes son un “reguero de minas en forma de propiedad intelectual” que frenan el desarrollo científico.
Gracias a Nicolás Tesla, un joven migrante serbio que llegó a Estados Unidos y llamó la atención del famoso George Westinghouse, tenemos energía eléctrica alterna. Hasta entonces, sólo se usaba la continúa que salía de pilas y baterías.
Tesla también fue reconocido por la Corte Suprema de los Estados Unidos como el inventor de la radio. Según cuentan, Gillermo Marconi patentó el invento antes que Tesla, pero éste ya lo tenía desarrollado.
Actualmente, una empresa que lleva el nombre de Tesla y fabrica coches eléctricos afirma que la pelea de patentes es cosa del pasado. Entendieron que si quieren contribuir con el desarrollo de fuentes alternativas y sustentables de transporte que salven el medio ambiente lo mejor es compartir lo que saben.
Por eso, el pasado 12 de junio, anunciaban que a partir de ahora todos sus inventos son open source. Es cierto que no anuncian con qué tipo de licencia las publicarán. De momento, sólo afirman que “no emprenderán demandas para quienes las usen de buena fe”. Es posible que tras esta maniobra Tesla Motors tenga intereses ocultos, pero su declaración no deja de ser un espaldarazo para el movimiento open source. No todos los días una gran empresa cuestiona el modelo actual de patentes. Ojala muchas otras siguieran este ejemplo.
Te recomendamos que leas el comunicado del presidente de Tesla Motors, no tiene desperdicio y podría tomarse como una declaración de principios para la abolición de las patentes en el mundo.
El anuncio original en inglés está aquí. La traducción que presentamos la tomamos de http://energi.us/. Tienes más información sobre el tema en el blog de Enrique Dans.
“Ayer había una pared de patentes de Tesla en la recepción de nuestras oficinas centrales en Palo Alto. Ya no va a estar. Han sido eliminadas, en el espíritu del movimiento Open Source, por el progreso de la tecnología de los vehículos eléctricos.
Tesla Motors se creó para acelerar la llegada del transporte sostenible. Si estamos despejando el camino para la creación de vehículos eléctricos convincentes, pero por detrás dejamos un reguero de minas en forma de propiedad intelectual, estamos actuando de la manera contraria a ese objetivo. Tesla no iniciará demandas de patentes contra nadie que, actuando de buena fe, quiera utilizar nuestra tecnología.
Cuando creé mi primera empresa, Zip2, pensaba que las patentes eran buenas y me esforzaba para obtenerlas. Y quizá eran buenas hace tiempo, pero ahora sirven generalmente simplemente para impedir el progreso, atrincherarnos en nuestras posiciones de grandes empresas y enriquecer a los abogados más que a los inventores. Después de Zip2, cuando me di cuenta de que obtener una patente significaba realmente que habías comprado un billete de lotería para un juicio, comencé a evitarlas lo más posible.
En Tesla, sin embargo, nos vimos forzados a crear patentes con la preocupación de que las grandes compañías de automóviles copiasen nuestra tecnología y la usasen masivamente en la fabricación de sus propios vehículos. No pudimos estar más equivocados. La desafortunada realidad es la contraria: los planes para crear coches eléctricos (o cualquier plan para crear cualquier vehículo que no queme hidrocarburos) en los grandes fabricantes son o mínimos o inexistentes, constituyendo de media menos de un 1% de sus ventas totales de vehículos.
En el mejor de los casos, algunos grandes fabricantes están fabricando unos pocos vehículos eléctricos con una autonomía limitada. Algunos ni siquiera fabrican coches con cero emisiones reales.
Puesto que la fabricación anual de nuevos vehículos es aproximadamente 100 millones y la flota mundial es de 2.000 millones de coches, es imposible para Tesla fabricar vehículos elétricos lo suficientemente rápido para afrontar la crisis de las emisiones de CO2. De la misma manera, esto significa que el mercado es enorme. Nuestros verdaderos competidores no son el pequeño porcentaje de vehículos eléctricos que se están fabricando, sino la enorme cantidad de coches de gasolina que salen de las factorías de todo el mundo cada día.
Creemos que Tesla, que otras compañías que fabrican vehículos eléctricos, y que el planeta debería beneficiarse de una plataforma tecnológica común y de rápida evolución.
El liderazgo tecnológico no lo definen las patentes (que han demostrado una y otra vez que son poca protección contra determinados competidores), sino la habilidad de una compañía para atraer y motivar a los ingenieros con más talento del mundo. Pensamos que aplicando la filosofía Open Source a nuestras patentes reforzará más que perjudicará la posición de Tesla en este sentido.”