La innovación como desafío estratégico para las radios comunitarias en el escenario pospandemia.
La idea de que la innovación es una práctica que se da en grandes laboratorios de avanzada o medialabs con presupuestos millonarios está instalada en el imaginario colectivo. Cuando, en realidad, la innovación no es más que una metodología de trabajo que busca incorporar creativamente nuevas soluciones para resolver problemas. En vez de hacer siempre lo mismo, lo conocido, la innovación invita a explorar caminos alternativos a la hora de cumplir un objetivo. No es algo que se haga una vez sino un ejercicio permanente de ampliar el campo de soluciones posibles. Es lo que se denomina “pensar fuera de la caja”, más allá de los caminos pautados.
Las radios comunitarias fueron disruptivas desde su nacimiento porque rompieron con la función de los medios de comunicación tradicionales hasta ese momento. Con sus propuestas innovadoras se posicionaron a la vanguardia del sistema de medios. Desarrollaron programas de alfabetización a distancia, produjeron radionovelas y series con fines sociales, armaron programaciones con transmisores a lomo de burro, organizaron sindicalmente a trabajadores que se encontraban en condiciones de esclavitud, instalaron redes de comunicación satelital o de onda corta, montaron radios en barcos para eludir las restricciones legales, o se valieron de los alambrados para transmitir sus señales.
El escenario pospandemia es una oportunidad para poner en valor esta tradición de innovación y volver a estar en la vanguardia. Copiar a los medios tradicionales, que hacen la misma labor, pero con muchísimos más recursos, no es el camino. La innovación tiene que a adoptarse como fuerza que lidere todos los procesos de la radio: la gestión de los equipos, la identificación de historias, la participación de la audiencia, la identidad sonora.
No es cuestión de caer en la ingenuidad tampoco. La innovación requiere esfuerzos y recursos, aunque no sean financieros. Una buena idea es involucrar a mucha gente. Y aunque las mejores ideas siempre llegan de circunstancias inesperadas, se pueden generar ambientes y metodologías propicias. No se innova no por el hecho de innovar en sí, sino para construir una radio que llame a las audiencias, las interpele y las acompañe. Los laboratorios creativos resultan estratégicos para comenzar a ampliar la base de participación y que esta no se reduzca a enviar mensajes o hablar por los micrófonos, sino incorporarla desde el diseño mismo de la programación.
Caso: CoLaboratorio de CEPRA
El CoLaboratorio es una metodología ideada por CEPRA y DW Akademie que consiste en reunir a personas de distintos ámbitos en entornos de experimentación para realizar diagnósticos participativos de comunicación. El objetivo es facilitar procesos de innovación en las radios que les permitan incorporar nuevas prácticas y formatos que fortalezcan la comunicación comunitaria.
A través de talleres llamados Ideatones, las radios y la comunidad se involucran de manera activa en el diagnóstico usando legos, maquetas, calcomanías, cartillas, y tarjetas para que el proceso de innovación sea más accesible. De esta manera, radios comunitarias de Bolivia lograron pensar en nuevos formatos para que las programaciones respondan a las necesidades de sus audiencias; diseñaron estrategias para aprovechar las tecnologías digitales; e implementaron mecanismos para profundizar la capacidad analítica y crítica de las y los comunicadores comunitarios en temas estratégicos como el medio ambiente o la violencia de género.
Marlene Colque, de Caranavi, participante de un Ideatón, sostiene que el mayor desafío reside en “entender las necesidades de la gente, llevar información específica y concreta y buscar estrategias para saber cómo hacer llegar esa información a cada uno”.
Para conocer la metodología en profundidad y explorar los hallazgos del diagnóstico participativo visitar https://ceprabolivia.org/blog/colaboratorio.
Radios Pospandemia. Herramientas y estrategias para la nueva normalidad