Radios Universitarias

Este 4 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Radio Universitaria, un buen momento para reflexionar cómo deberían ser las emisoras universitarias en este siglo. A pesar de que sólo 1 de cada 100 emisoras de América Latina y El Caribe es universitaria. Un porcentaje escandalosamente bajo.

Gracias a Mario Giorgi por hacernos caer en cuenta del error. Pensamos que el día de la Radios Universitaria era una fecha fija todos los años pero no. Empezó siendo el 1 y 2 de octubre, pero este 2016 se celebra el 4 de noviembre.

Por lo general, cuando preguntan por los tipos de emisoras o medios que existen la respuesta es siempre la misma: comerciales, públicos y comunitarios. Casi nunca nombramos a las radios o televisoras universitarias.

Si el medio pertenece a una universidad pública, lo clasificamos como medio público. Y si es propiedad de una universidad privada, sería medio comercial.

Es difícil saber cuántas emisoras universitarias existen. Según el Mapa de Radios más reciente que data de 2014, en la región hay 29.333 emisoras de la cuales 5.971 son de AM y 23.352 en FM (1).

Entre todas ellas, hay 247 de universidades de 9 países, entre ellos Argentina, Colombia, Ecuador, México y Chile entre otros, que conforman la Red de Radio Universitaria de Latinoamérica y El Caribe (RRULAC). Si sumamos las que están por fuera de esta red, en total no deben superar las 400.

Es decir, que poco más del 1% de emisoras de América Latina y El Caribe es universitaria. Un porcentaje escandalosamente bajo.

Quizás, esta falta de medios en las universidades se debe a la falta de políticas públicas que exijan su creación. Sólo la extinta modificada Ley de Servicios Comunicación Audiovisual de Argentina recoge artículos específicos para los medios universitarios públicos, como la reserva de una frecuencia de radio y otra de televisión para cada sede central de universidades nacionales (art.89).

Les permite, además, vender publicidad para financiarse (art.146) y define claramente su misión debiendo difundir en sus programaciones “el conocimiento científico, a la extensión universitaria y la creación y experimentación artística y cultural, con un mínimo del 60% de producción propia” (art.148).

Casualmente, en Argentina, en 1924, en la Universidad Nacional de la Plata, se fundó la primera emisora universitaria del mundo. http://www.radiouniversidad.unlp.edu.ar/

Quizás, otro de los motivos de la escasez de estos medios sea el elitismo con el que nacieron. Fueron emisoras concebidas para “apoyar la cultura, la orientación, la enseñanza y la difusión de la investigación científica y humanística; promueven la cultura y la historia universal, sobre todo la música de alto valor estético y folklórico”(2). Con estas programaciones, la mayoría de veces no muy divertidas, las audiencias son escasas y, en su mayoría, son personas de la tercera edad, pero nunca los jóvenes que asisten a las universidades.

Jóvenes a los que en algunas radios universitarias se les niega aún el acceso a la cabina, con la excusa de que los profesores son los únicos que pueden hacer “buena radio”.

¿Cómo deberían ser las radios universitarias de este siglo?

MEDIOSPUENTE
La mayoría de las universidades de nuestros países, incluso las públicas, están siempre rodeadas de altas rejas y muros. Dentro está la “academia”. Ese lugar donde se aprende, investiga y se genera el conocimiento. En casi todos estos países es un privilegio poder acceder a sus aulas.

Este conocimiento se queda muchas veces entre esas cuatro paredes. Los alumnos y alumnas que pasan por sus aulas se lo llevan a sus puestos de trabajo y parte de esa sabiduría se refleja en libros o artículos que llegan a leer muy pocos.

Para las ondas de las radios y televisoras universitarias no existen muros ni rejas. Estos medios deben servir para difundir el conocimiento de una manera abierta y masiva, siendo la mejor herramienta para conectar la academia con la sociedad.

Esta función “docente” debe ser desempañada con mucha creatividad. No podemos trasladar los métodos de enseñanza de las aulas a la radio, sería un fracaso. Hay que crear “cátedras alternativas” en las cabinas radiales universitarias.

Para esto es fundamental una estrecha alianza entre docentes y alumnos. Los unos con el conocimiento y la experiencia. Los chicos y las chicas con la frescura, el dinamismo y las nuevas ideas.

Pero por los micrófonos de estas radios también deben hablar los que están por fuera de la Universidad. El puente debe ser de doble vía. Por un lado, para que la academia comparta sus conocimientos con la sociedad. Por el otro, para que la voz de la sociedad también se haga presente en la academia.

Con este cóctel radiofónico será más sencillo ofrecer una programación divertida, actual y educativa, pero sobre todo, divertida. Porque, ¿quién dijo que lo educativo tiene que ser aburrido?

INNOVACIÓN ATREVIDA
Las universidades son también centros de desarrollo y experimentación en ciencia, salud y tecnología. ¿Por qué no serlo de la innovación radiofónica?

Este tipo de radios no tiene la presión por “vender” de los medios comerciales ni están tan enfocados al trabajo con sus comunidades, como los medios comunitarios. Por eso tienen mayor libertad para romper moldes y atreverse a lanzar al aire nuevos formatos, incluso, con el riesgo de que estas propuestas fracasen. Siempre podemos cambiar y comenzar de nuevo.

La universidad debe beneficiarse de la cantidad de alumnas y alumnos, docentes, investigadoras o pasantes que recorren sus pasillos. Conversar con ellos, obtener ideas y llevar todo eso a la cabina de radio. Las universidades se ha caracterizado siempre por estar adelante, por ser varguandistas. Es hora de “vanguardizar” también sus medios de comunicación.

COTIDIANAMENTE CULTURAL
Uno de los principales problemas de estos medios, que ya comentamos anteriormente, fue pensar que sólo debían transmitir “contenidos culturales elitistas”. Muchos de ellos, por esta equivocada concepción de lo cultural, se dedicaron a pasar música clásica o aburridísimos programas de literatura.

No decimos que el arte, la literatura o la música de Beethoven no tengan cabida, pero también deben incluirse las más variadas manifestaciones culturales.

Si por cultura entendemos todos los saberes y expresiones que construimos como sociedad, ¿no tendrían que sonar por estas radios los nuevos ritmos raperos que reclaman un mundo más justo y equitativo? ¿No tendríamos que hacer programas sobre las nuevas tribus urbanas como Emos o Góticos, muchos de los cuales asisten a esas Universidades?

Reflejar la cotidianeidad cultural de nuestros países de seguro interesa a mucha más gente que la música clásica o las lecturas de Shakespeare.

RADIOS LIBRES
Las radios universitarias y, en general, las Universidades deberían apostar decididamente por las tecnologías y los contenidos libres. Sobre este punto hablamos extensamente en este artículo.

“Ojalá significa en árabe ‘que Dios quiera’. Ojalá las radios universitarias se multipliquen en cantidad y calidad en toda América Latina. Y si Dios no quiere, pues que se multipliquen también, que nada mal vendría esa ayuda desde el más allá a la difusión de estas voces necesarias en el más acá”.

Eduardo Galeano. Mensaje inaugural del primer Encuentro de Radio Universitaria de Latinoamérica y El Caribe: “desde nuestros acentos”, que se realizó del 5 al 7 de octubre de 2011 en México.

BIBLIOGRAFÍA

(1) Estudio Mapa de Radios elaborado por el radialistas colombiano Tito Ballesteros junto a RadiosLibres. https://radioslibres.net/mapa-de-radios-de-america-latina-y-caribe-2014/

(2) Vilar, Josefina y Candela, Sixto. El Sonido de la radio. Ensayo teórico y práctico sobre producción radiofónica. UAM-X, IMER, y Plaza-Janés, México, 1988.

Radios Universitarias

También te puede interesar

3 comentarios sobre «Radios Universitarias»

  1. Yo estuve en los inicios de la radio de la Universidad de El Salvador y ya formalizada (con su frecuencia asignada en AM y todo montado) aquel empuje que contenía noticiero, entrevistas, espacio para los colectivos universitarios entre otras variantes perdió fuerza, o mejor, fue opacado por lo académico y perdió la proyección encerrándose dentro de los muros de la Ciudad Universitaria.

    A veces, considero, los formalismos académicos sobreponen la forma sobre el fondo y aquello se hace menos atractivo para la comunidad universitaria en cuestión.

    Saludos!

  2. Me permito discrepar en un gran porcentaje del análisis, las generalidades son enemigas del conocimiento. Me interesaría saber si hay un trabajo pormenorizado que refleje emisoras, realizadores, grillas de programacion, etc.
    En el esfuerzo que conlleva construir el día a día de una Radio Universitaria , el análisis genérico suele resultar hasta ofensivo para sus trabajadores, sus actores y sus oyentes. En el caso argentino le recuerdo que la ley sigue vigente y que bajo su amparo nacieron más de 30 emisoras entre 2009 y 2016. Por último, me gustaría saber ¿por que dice Ud. que el 2 de octubre es el día de la radio? Gracias

    1. Estimado Mario! Está bueno lo de discrepar, así vamos construyendo. Sí, tienes toda la razón en que muchas de las opiniones son generalidades, basadas totalmente en opiniones personales de talleres, experiencias y visitas a varias Radios Universitarias de América Latina. Pero por supuesto que son totalmente discutibles en base a otras vivencias, nos consta que tienes mucha experiencia en el medio, por lo que sería genial que nos compartas las tuyas y vamos contrastando. En ningún caso la nota pretende ser ofensiva con las radios Universitarias, sabemos que la mayoría hacen un trabajo estupendo y nuestra idea fue sólo aportar algunas pistas que, de hecho muchas radios siguen, otras aún no. Incluso los adjetivos más «negativos» que elegimos, como el elitismo lo usamos en pasado refiriéndonos al momento de nacimiento de esas radios. Aunque, creo que coincidirás conmigo, aún quedan algunas radios Universitarias con esa concepción, cada vez menos, eso sí. Y el caso de no dejar entrar a los alumnos en las cabinas es verídico, de una radio universitaria pública de Ecuador, espero que ya haya cambiado.

      Respecto a la Ley de Argentina, ciertamente la palabra extinta no es correcta, mejor decir «modificada», corregido.

      Y me anoto el error de la fecha. Pensamos que el día de la Radio Universitarias era una fecha fija, pero no, la cambian cada año. Empezó siendo el 1 y 2 de octubre, pero este 2016 se celebra el 4 de noviembre.
      https://sites.google.com/a/radiouniversitaria.org/rruc//dia-de-la-radio-universitaria
      https://worldcollegeradioday.com/
      Un abrazo y sigamos la conversa!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *