Feliz día trabajadoras y trabajadores libres

El 1º de mayo felicitamos a quienes trabajan por hacer de este mundo un lugar más libre, abierto y accesible.

El primero de mayo de 1886, una ola de huelgas sacudió a Estados Unidos. Medio millón de obreros y obreras exigían una jornada laboral de ocho horas. En Chicago, 80 mil hacían huelga. En la fábrica Mc Cormick hubo un enfrentamiento. La policía disparó sobre la multitud. Seis trabajadores perdieron la vida y los heridos se contaron por decenas.

Escucha la historia completa del 1º de mayo en Radialistas.

En estos días, demandas como las jornadas de 8 horas siguen aún vigentes en los reclamos sindicales de muchos países. Continúa la explotación obrera por parte de los patronos.

Pero en los lugares donde estos derechos laborales ya se cumplen los trabajadores y la sociedad civil persiguen nuevos retos. A ellos dedicamos este 1º de mayo en Radios Libres:

  • A quienes trabajan por abrir los datos de los gobiernos. El acceso libre a la información pública es necesario para monitorear los avances de los gobiernos. Si queremos saber si un gobierno está garantizando el acceso a la educación o la salud o al resto de Derechos Humanos necesitamos verificar la inversión pública que realiza en esas áreas, comprobar el número de enfermos atendidos o si aumenta la cantidad de doctoras contradas.

El acceso abierto a la información y la transparencia en los datos públicos es un Derecho Humano que garantiza la fiscalización del cumplimiento de los demás derechos.

  • A quienes trabajan por hacer accesible el conocimiento. Como en Chicago, también contamos con mártires de esta causa, por ejemplo Aaron Swartz. Entregó su vida para poner al servicio de la humanidad la sabiduria. El acceso al conocimiento debe ser democratizado y no puede ser mediado por el dinero ya que estaría reducido a las élites.

El conocimiento se genera colectivamente y a la colectividad debe ser devuelto de forma libre.

  • A quienes trabajan por liberar las tecnologías y el software. En una época donde todo es controlado por software necesitamos saber qué hace ese software con nuestros datos e información. “O el software domina al usuario o el usuario al software” dice Richard Stallman. Miles y miles de programadores anónimos dedican gratuitamente su tiempo a liberar líneas y líneas de código. En esas líneas liberadas liberan también nuestra libertad digital.
    * Sobre el escándalo del MIT Medialab, Jeffrey Epstein y Richard Stallman.

Liberar software no es un asunto tecnológico, sino político y ético.

  • A quienes entregaron su libertad por evidenciar la inseguridad y el espionaje al que somos sometidos por los gobiernos y empresas tecnológicas. Gente como Edward Snowden o Julian Assange presos por pelear ante gobiernos opresores que utilizan cualquier excusa para romper nuestro derecho a la privacidad.

Debemos lograr tener los mismos derechos online que offline: la privacidad, la inviolavilidad de nuestras comunicaciones,…

  • A quienes nos muestran la realidad de las grandes empresas monopólicas del mundo digital. Empresas que no nos entregan nada gratis, sino que nos consideran productos “con capacidad de compra” que pueden ser ofrecidos a sus anunciantes. Nos prometen internet gratis pero, en realidad, sólo buscan futuros clientes para sus negocios.

Si en Internet algo es gratis, significa que tú eres el producto.

  • A quienes apuestan por los recursos educativos abiertos. Educar desde este paradigma permite que los estudiantes se formen en espacios abiertos y colaborativos donde las metas no se afrontan de forma individual sino en grupos solidarios que progresan juntos.

Inculcar el deseo de saber cómo funcionan las cosas (una máquina, un software), de “hackearlas”, abrirlas, conocer su parte interior despierta la curiosidad y la innovación en los estudiantes.

  • A quienes entendieron que la cultura y el conocimiento no son una mercancía ni un negocio sino un bien común que debe ser protegido por toda la humanidad y legado a las siguientes generaciones.

Los bienes comunes son de todos pero, al mismo tiempo, de nadie en particular.

A quienes trabajan día a día por cambiar este mundo para hacerlo más abierto, más libre, colectivo y justo.

Feliz día trabajadoras y trabajadores libres

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