¿También existe concentración de medios de comunicación en la sociedad digital?
En el anterior artículo de esta serie comprobamos, con algunos datos, que las 5 compañías más ricas del planeta concentran la propiedad de la mayoría de tecnologías digitales de comunicación. Es cierto que estas empresas transnacionales prestan servicios en internet (email o mensajería) pero no son estrictamente “medios de comunicación”. Por eso, al final del texto anterior, nos quedó por responder una pregunta: ¿cuáles son los niveles de concentración y monopolio en la propiedad de los medios de comunicación en estos tiempos digitales? ¿Se parecen a los que hemos tenido en la “sociedad analógica”?
En principio, podríamos decir que hay dos factores que han agudizado esta concentración. El primero económico. El sector TIC genera jugosos beneficios a cambio de escasa inversión y, por eso, muchas empresas del sector financiero especulativo están negociando en el terreno de la información y la comunicación. Esto provoca una concentración desmedida donde “1500 periódicos, 1100 revistas, 9000 estaciones de radio, 1500 televisoras, 2400 editoriales están controlados por solo seis trasnacionales” [1]. El segundo factor, tecnológico. Internet, la principal Tecnología de Información y Comunicación (TIC), ha puesto patas arriba el sector de la comunicación. Como nos centraremos más en el segundo factor, el técnico, es necesario aclarar primeramente cómo funciona técnicamente la red.
Hasta ahora, estamos hablando de internet como una unidad y, lo cierto, es que son varias las capas que la componen. En concreto, siete [2]:
Capa 00. Proveedores físicos: quienes venden los dominios y hosting (alojamiento web).
Capa 01. Proveedores de servicios: email, buscadores, mensajería ecommerce…
Capa 02. Proveedores de plataformas: sistemas operativos, navegadores…
Capa 03. Creadores y productores de contenidos: es la capa donde están los medios, pero también cualquiera que sube un video o produce contenido en un blog.
Capa 04. Intermediarios CDNS: son los data center, esos grandes centros de datos llenos de servidores donde se aloja la información de las webs de todo el mundo. También están en esta capa los dueños de los grandes nodos de interconexión y de los cables de fibra óptica submarina, lo que se conoce como la “columna vertebral (backbone)” de la Red.
Capa 05. Proveedores de conectividad internacionales: son las grandes compañías que proveen servicios de conectividad. Importantes empresas de telecomunicaciones como, por ejemplo, AT&T, Telefónica Movistar o Telmex-Claro (América Móvil).
Capa 06. Proveedores de última milla: son los proveedores de servicios de internet (ISP), las empresas que nos llevan internet a la casa u oficina. Al principio, eran empresas nacionales las que ofrecían este servicio, pero poco a poco fueron absorbidas por las multinacionales que acabamos de nombrar en la capa anterior.
Según la investigación realizada por Observacom (2016) todas estas capas que hacen posible Internet están controladas por menos de quince empresas a nivel global. Por ejemplo, entre seis empresas se reparten más de la mitad de dominios y alojamientos web existentes en todo el mundo (capa nº 00). Cinco grandes corporaciones concentran el 90% del tráfico de la red (capa nº 04). Y, cómo vimos en el anterior artículo, las compañías más poderosas del planeta conocidas como GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) controlan entre ellas cinco las capas 01 (servicios) y 02 (plataformas).
Ahora que conocemos las diferentes capas que conforman la Red y los elevados índices de concentración en la mayoría de ellas, detengámonos por un momento en la número 03, la que habla de las creadoras y los productores de contenidos.
Los consumos de información y entretenimiento se están mudando a la Red. Se deja de leer el periódico de papel, pero también se deja de ver la televisión para consumir series y programas “enlatados” en plataformas como Netflix o HBO. Estas migraciones de las audiencias de medios tradicionales a estas nuevas plataformas online se está notando también en América Latina a medida que mejora el acceso a Internet.
Esta convergencia de todos los medios y tecnologías en internet ha generado un nuevo concepto en los estudios de la concentración, que se conoce como concentración multicapa. Es el caso de las grandes empresas de las telecomunicaciones que están adquiriendo conglomerados de medios y entretenimiento. En América Latina, de los 5 grandes grupos que controlan el panorama infocomunicacional dos de ellas son “telecos”: Telefónica y América Móvil. Además, son las que controlan mayor porción del mercado frente a sus tres competidoras: Globo, Televisa y Clarín [3]. Otro ejemplo de esta concentración multicapa es el de la empresa estadounidense AT&T que recientemente adquirió Time Warner, dueña a su vez de la cadena CNN o del canal de entretenimiento HBO. Una nueva realidad que nos avoca al “final de la televisión de masas”, como auguraba Ignacio Ramonet en 2015.
El poder que ejercen estas grandes multinacionales de las telecomunicaciones les permite imponer las reglas del juego y legislar a su favor. Así lo hicieron para terminar con la neutralidad de la red, ese principio que obliga a que todo byte que circula por Internet sea tratado de la misma manera. La nueva administración de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (“FCC” por sus siglas en inglés) eliminó el marco regulatorio que protegía la neutralidad de la red desde 2015. Con las nuevas leyes, una empresa que suministre acceso a Internet podrá bloquear ciertos contenidos u ofrecerlos a mayor velocidad si las compañías propietarias del contenido pagan por ese servicio premium. Sin neutralidad en la red AT&T, por ejemplo, no tendría inconvenientes para priorizar por su infraestructura de Internet los contenidos de sus cadenas de noticias relegando a un segundo plano a los otros medios.
Imagina que eres parte de una radio comunitaria que publica noticias en una web y tiene streaming. En tu país, el proveedor de telefonía celular, ofrece acceso gratuito a 5 grandes medios comerciales. En ese caso, ¿cuánta gente gastará sus datos para leer o escuchar el streaming de una radio comunitaria?
Esta nueva estructura de los medios de comunicación y las tecnologías que los posibilitan profundiza el “espejismo democratizador” de internet, donde es cierto que “existe mayor capacidad de los individuos para expresarse por sí mismos y alcanzar una audiencia distante, creando una sensación de mayor pluralismo, a la vez se verifican mayores niveles de concentración tanto en los medios tradicionales como en los online.” [4].
En la época analógica fueron los grandes medios privados aliados con los gobiernos de turno, los que controlaban (y siguen controlando) el sistema de medios de comunicación nacional de cualquier país de América Latina. Esta alianza, restringió el acceso a los medios comunitarios y la sociedad civil a las herramientas que permiten expresarnos masivamente.
Ahora, en la época digital, un puñado de empresas internacionales de telecomunicaciones y servicios de internet controlan los flujos globales de la información y comunicación eligiendo nuestra “dieta mediática digital” en la que nos ofrecen un, cada vez, más restringido menú para leer, oír o ver. Como expresan Becerra y Mastrini, dos de los especialistas en concentración infocomunicacional en América Latina tras su última investigación: “El resultado del estudio es alarmante en términos de democracia porque, aunque hay nuevos actores, más medios, más pantallas, la realidad demuestra que hay menos diversidad y más concentración de la propiedad y la enunciación”[3].
¿Hay alternativas? ¿Estamos a tiempo de regresar a esa utopía de una internet libre y abierta que garantice la libertad de expresión y una comunicación plural o diversa? ¿Son viables las propuestas como la soberanía tecnológica o estamos ante otro espejismo?
Haremos el esfuerzo de responder a estas preguntas en el último capítulo de esta serie.
[1↑] Hemos elegido esta distribución de “capas” que proponen Gabriel Levy y Sergio Urquijo en su investigación sobre la concentración en internet realizada con OBSERVACOM en 2016. [Leer]
[2↑] El asesinato de la verdad Concentración mediática, redes y comunicación popular. Aram Aharonian.
[3↑] La concentración infocomunicacional en América Latina 2000-2015: nuevos medios y tecnologías, menos actores / Martín Becerra y Guillermo Mastrini. Universidad Nacional de
Quilmes y Observacom, 2017. [Leer]
[4↑] Investigación de “Who Owns the World’s Media? Media Concentration and Ownership around the World” de Eli M. Noam (2016) citado en la investigación de Martín Becerra y Guillermo Mastrini (2017).
Imagen: Clint Adair.