¿Y si nuestras herramientas de trabajo resultan rehenes de una estrategia de bloqueo?
Hace unos días nos enteramos de que Adobe, el gigante desarrollador del paquete de software privativo de diseño y edición más famoso del mundo, cortaría las cuentas de los clientes de Venezuela. Este decisión se tomó en el marco de las sanciones que Estados Unidos está aplicando al país como parte de una estrategia de bloqueo y guerra comercial. Las y los usuarios tendrán hasta fines de octubre para descargar sus producciones de la plataforma.
Desde 2013 Adobe cambió de modelo de negocio como una estrategia para controlar la distribución de copias ilegales. En vez de comprar su software e instalarlo, a partir de ese momento pagarías por un servicio, una suscripción que te permitiría utilizar los programas de su paquete creativo en línea. Más allá de los problemas de privacidad y falencias de seguridad que su sistema ha presentado, la gravedad de esta noticia recae en que todos los diseñadores y editoras de Venezuela pueden quedarse sin su principal herramienta de trabajo.
Bueno, todos no. Quienes usen software libre para sus tareas creativas, ya sea ilustrando, editando imágenes o audio, diseñando o diagramando, podrán trabajando como antes. Es que noticias como estas nos demuestran la radical importancia de tener control sobre nuestras herramientas de producción de conocimiento. Siempre pensamos que con nuestras copias piratas estamos haciendo mella en sus ganancias o subvirtiendo el poder desde adentro. Pero vemos que no, que la única manera de tener autonomía en la construcción de nuevos mundos es con nuestras propias herramientas.
Veremos que pasa estos días. Para mientras:
- Alternativas al software privativo
- Breve introducción a Inkscape
- Breve introducción a Scribus
- Breve introducción a GIMP
Para saber más sobre esta medida:
Creo que merece la pena aclarar que NO HAY una guerra comercial hacia Venezuela, hay que aclararlo pues es una aseveración política. Si bien es cierto que existe un bloqueo desde hace pocos meses es solo hasta ahora que empieza a afectar al ciudadano común. La decisión de Adobe ha sido más para cuidarse las espaldas en medio de la resolución del gobierno estadounidense contra las empresas que tengan negocios con la dictadura de ese país. Les ha sido mas fácil retirar las licencias a todos por igual que tratar de discriminar quien tiene relación con la cúpula que ejerce el poder y quien no. En todo caso la devaluación de la moneda hace casi imposible el comprar software legal en Venezuela, por lo que solo grandes empresas y medios del Estado son las que tienen acceso a Adobe.