Aprovecha este día para reflexionar sobre los desafíos de la radio comunitaria.
Como cada 13 de febrero, aprovechamos la oportunidad para celebrar la existencia de este medio que tanto amamos, ¡la radio! Este año Unesco nos propone visibilizar la diversidad en la radio. Por un lado, la diversidad en los tipos de emisoras, resaltando la importancia de la existencia de los medios comunitarios, además de los comerciales y públicos. Podemos empezar a pensar también en medios impulsados por periodistas, pero ya hablaremos dentro de poco sobre ellos. Por el otro, la diversidad en los equipos de redacción, señalando la necesidad de contar con equipos multidisciplinarios y con distintas edades, orígenes étnicos, identidades de género y orientaciones sexuales, etc. Por último, diversidad en los contenidos editoriales y tipos de programas, para poder superar las programaciones orientadas exclusivamente al género informativo.
Pero ¿qué otros desafíos tenemos en las radios comunitarias? Como siempre, tenemos el desafío de llegar a las audiencias. Hacemos radio para que nos escuchen, para llegara las casas de nuestra audiencia. Claro que es difícil cuando competimos con un universo de contenidos multimedia. Por eso tenemos que innovar y experimentar en la producción radiofónica: en los contenidos y los formatos, pero también en nuestra propuesta sonora. ¡Todavía hay muchas cosas que no hemos hecho con sonido! El equipo de RadioLAB Experimental puede darnos algunas pistas,
Nuestras radios comunitarias tienen que ser actores clave en la lucha contra la desinformación. Las llamadas fake news llenan nuestras redes sociales con odio, rencor y egoísmo, que sólo nos llevan a la xenofobia, el racismo y la exclusión de los diferentes. ¿Pueden nuestras radios impulsar la verificación y la contrastación como principio informativo? ¡Pueden y deben! Como única manera de convertirnos en radios de intermediación que trabajen por defender y ampliar derechos. Nuestras radios tienen que trabajar codo a codo con los movimientos sociales y la ciudadanía organizada que trabaja por construir un mundo justo. Para ello debemos posicionarnos fuertemente como radios feministas, antiracistas, anticolonialistas y con un fuerte compromiso por la justicia social.
Aunque los posicionamientos no sirven de nada si en nuestras radios replicamos los comportamientos y actitudes que denunciamos. El feminismo ya no es una opción. Nuestras radios tienen que deshacerse de cualquier vestigio de machismo, autoritarismo, o arbitrariedad, propio de otros tiempos. ¡Y también ecológicas! Cuidando nuestros equipos y reduciendo el consumo indiscriminado, tomando decisiones conscientes sobre el consumo, por ejemplo, enterándonos de la energía que gastan nuestras redes sociales o nuestra página web. En Radios Libres creemos fuertemente que las radios deben organizarse según los principios que defienden, por eso, nosotras, orientamos todos nuestros esfuerzos a usar herramientas libres, colectivas, transparentes y que no mercantilicen el conocimiento.
También tenemos un desafío sobre la sostenibilidad. No sólo la sostenibilidad económico-adminsitrativa, que nos cuesta horrores, sino también la política y comunicacional. ¿Para qué hacemos radio? y ¿para quiénes? A veces pensamos que nuestro problema es de plata, pero si rascamos un poco, termina una crisis de proyecto. Perdemos el norte. Hablar de estos temas entre todas las personas que participan del proyecto puede ayudarnos a mantener la radio viva. Nuestro desafío es entender cómo se nutre el proyecto colectivo de las expectativas y experiencias individuales, por un lado, y qué aporta la radio a las trayectorias de quienes la integran, por el otro.
Hoy es día de festejar, con spots, con testimonios, con recursos de la Unesco. Pero no queríamos dejar de pasar esta oportunidad para invitar a una reflexión sobre nuestros proyectos radiofónicos. ¿Son nuestras emisoras diversas? ¿En dónde es necesario enfocar los esfuerzos? ¿Hay mujeres en nuestros equipos de dirección? ¿Quiénes toman las decisiones? ¡Anímense!