Capítulo 2.1.1. – Formatos que resuelven: intermediación

Tradicionalmente, las radios latinoamericanas se caracterizaron por su utilidad. Los “servicios sociales” eran los programas de máxima sintonía, especialmente en las zonas campesinas. Allí la radio hacía las veces de correo, telégrafo y teléfono. Que la mula se perdió. Que Josefina ya parió un varoncito. Que lleven los sacos de café a la otra finca. Que los rezos por el abuelito serán mañana al mediodía. Este “noticiero familiar” se volvía más imprescindible en situaciones de emergencia o desastres naturales.

Ahora hay más teléfonos y los servicios sociales han ido pasando a un segundo plano. Sin embargo, la complejidad de la vida moderna hace que la mayor parte de la gente emplee el día resolviendo, o tratando de resolver, una infinidad de dificultades. No me pagan en la empresa, me cobraron una línea erótica que nunca utilicé, cortaron el agua sin avisar, a la muchacha la aplazó ese profesor pervertido, no hay luces en el parque y hace dos semanas que no recogen la basura… Ahí entra en juego este periodismo que hemos llamado de intermediación.

¿Y por qué la radio tendría que meterse en esos líos individuales o comunitarios? ¿Acaso el Estado no tiene instituciones para ello, acaso vamos a suplantar a la policía o al poder judicial?

No queremos suplantar a nadie ni mucho menos debilitar las instituciones públicas. Todo lo contrario, buscamos fortalecerlas. Pero… ¿y si no funcionan estas instituciones?

¿A dónde apelará un ciudadano si en el hospital no le prestan la debida atención? ¿En dónde protestará si los servidores públicos están amarrados con los sinvergüenzas privados? ¿En qué espacio denunciará si la justicia no le hace justicia? Los medios de comunicación masiva se han convertido hoy en espacios privilegiados de negociación y resolución de conflictos. La radio, especialmente, tiene una decisiva misión que cumplir: intermediar entre la ciudadanía que reclama y los servidores públicos que deben responder y solucionar dichos reclamos.

En las emisoras siempre ha habido gente que viene o llama por teléfono y protesta. Las radios latinoamericanas han sido, además de correos y teléfonos públicos, tribunas para alzar la voz contra los abusos del poder.

Hacer pública la protesta privada tiene un gran valor. Pero no basta. Porque si buscamos resolver los problemas, esto no será posible sin interpelar a quienes tienen la responsabilidad de solucionarlos.

Así pues, subamos, peldaño a peldaño, los tres niveles de la intermediación.

La denuncia

Llega una denuncia a la radio. Puede ser una visita, por teléfono, por internet. Puede ser una persona o un grupo. Puede relacionarse con la corrupción, con la burocracia, con la discriminación, con las mil y una formas de atentar contra los Derechos Humanos y de la Naturaleza.

Antes de sacarla al aire, los periodistas tienen que averiguar bien de qué se trata. Y tomar las precauciones necesarias para que no les metan gato por liebre ni chisme por acusación.

Lo primero es esclarecer cuál es el problema y recoger los datos que permitan comprender bien lo que se está denunciando y sus causas. Después, hay que afinar la puntería para saber dirigirse a los responsables.

La interpelación

Ya ha salido al aire la denuncia. Ahora nos toca llamar a quienes tienen la responsabilidad de resolver el problema. Es como tirar el puente entre denunciantes y denunciados. El periodismo de intermediación busca unir estas dos orillas para encontrar una justa solución.

¿A quién recurrir? A la autoridad competente. Si ésta no resuelve, iremos subiendo e interpelando a sus superiores. Se trata de conseguir algún tipo de compromiso para avanzar en la solución del conflicto. La conversación con las autoridades no puede quedarse en promesas o retórica. Hay que concretar. ¿Cuándo, cuánto, dónde, cómo?

El seguimiento

Interpelamos a quienes tienen la responsabilidad de resolver. Y ahora, ¿qué? Para ser eficaz, el periodismo de intermediación tiene que dar seguimiento a las autoridades que, con demasiada frecuencia, prometen y no cumplen. O nombran una comisión con el único objetivo de dar largas al asunto. La intermediación puede durar varios programas, varios días, varias semanas y hasta meses. Este periodismo se escribe con P de paciencia.

¿Qué necesitamos para este seguimiento? Un cuaderno para ir anotando los datos de las denuncias, las llamadas pendientes, las citas, las fechas de las promesas… Los periodistas de intermediación, como los abogados, llevan una carpeta donde registran todos los casos en trámite, bien clasificados.

Es indispensable grabar estos programas para tener constancia de lo que se dijo y lo que no. La emisora se convierte así en memoria colectiva de promesas y compromisos, y sabrá emplear esas grabaciones a su debido tiempo.

Arma un directorio lo más completo posible. Quién es quién en tu ciudad y en el país. Teléfonos fijos y celulares. Direcciones. Emails. Cargos y títulos. Ubicación partidaria de diputados, ministros, jueces, dirigentes. Y nombres de secretarias de quienes toman las decisiones.

Ten a mano la Constitución de la República, Declaración de Derechos Humanos, Código de Trabajo, Código Penal, Leyes y Reglamentos de Telecomunicaciones, presupuestos estatales y municipales, publicaciones oficiales y confidenciales. Hasta la Biblia te hará falta.

Además de corresponsales informativos, necesitarás formar una red de confidentes, personas muy confiables que tienen acceso a fuentes secretas y quieren poner esa información, que muy pocos manejan, al servicio de la comunidad.

Y una red de asesoras y asesores, un equipo de profesionales (abogados laboralistas, psicólogas, consejeros legales, orientadoras…) para tramitar de manera más acertada las denuncias.

Por último, establece alianzas con instituciones afines: Defensoría del Pueblo, organismos de Derechos Humanos, Defensa del Consumidor, Comisarías de la Mujer, Veedurías Ciudadanas, sindicatos y gremios, juntas de vecinos, parroquias, otros periodistas y medios de comunicación de la localidad… Llegado un momento de mucha presión, podremos contar con su respaldo.

Haciendo periodismo de intermediación afectamos intereses económicos, políticos, sociales. ¿Qué precio tiene este locutor insolente, cuánto hay que pagar a esa atrevida para que cierre la boca? Primero serán amenazas, luego chantajes, luego prebendas. Nos ofrecerán dinero a cambio de silencio, nos ofrecerán dinero por mentir. Nos querrán corromper. Pero la conciencia, como el cariño verdadero, no se compra ni se vende.

Puedes abrir un espacio diario de intermediación. O interdiario. O un segmento dentro del noticiero o la radiorevista. Anímate a practicar este tipo de programas. Sin duda, en poco tiempo, pondrás a tu emisora en los primeros lugares de audiencia.

Más detalles en https://radialistas.net/ciudadana-radio/

Capítulo 2.1.1. – Formatos que resuelven: intermediación

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8 comentarios sobre «Capítulo 2.1.1. – Formatos que resuelven: intermediación»

  1. intermediación: pienso que el locutor es un personaje muy importante este papel, ya que recibe la informacion oh queja de un miembro de una comunidad y por medio del voz a voz lo da a conocer con responsabilidad hasta legar al funcionario que puede buscar la solución del problema.

  2. Para comentar sobre intermediación , lo comente cuando arrancamos el cap 2 ,decía que la radio es el puente ,el nexo ,nosotros nos debemos a la audiencia y debemos comprometernos como personas publicas en tratar de lograr hacer oir las inquietudes de la ciudadanía hacia el municipio en mi caso en la ciudad. La intermediación no debe faltar ,el oyente ve un aliado en la radio

  3. La programacion de intermediacion requiere de personas con compromiso y capacidad de gestion, importanmtisimo la paciencia , porque la no respuesta de las entidades pueden llevar a la credibilidad de la emisora, las comunidades en algunos casos creen que la emisora o el periodista no han hecho el trabajo como diligencia

  4. en nuestra radio van diferentes autoridades de la comuna a exponer los temas relevantes para la comunidad en áreas de salud, educación y emprendimiento

  5. Usted me ha hecho ver que es una de las patas del tripode más importantes de cualquiér emisora. Por lo que empezaré por la Intermediación.

  6. El periodismo de intermediación, me parce, es la columna vertebral de una emisora alternativa. En mi experiencia tiene atisbos de noticiero, aunque no lo es. Y en efecto es un espacio que se produce con un equipo de trabajo que se especializará en los temas que aborde y que no puede o debe hacerse a la ligera debido a que trabajaremos con las expectativas de la comunidad a la que nos dirigimos.

  7. debemos denunciar todo lo que perjudique a nuestra comunidad , tantas injusticias que se ven a diario. por ejemplo en mi pueblo personas que no tienen cultura ni respeto con la personas que laboran en las calles como barriendo el barrio y tiran las ese de sus mascotas en a calle, también la falta de agua en un barrio y solo llega 3 horas al día, habiendo suficiente agua. y personas que sacan la basura el día que no s su recolección y los perros la botan , etc.

  8. Ahora se llevan los reportajes denuncia para visibilizar las colas del hambre, las injusticias burocráticas o la inmigración ilegal.
    La trata de blancas.

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