· Introducción – Curso virtual de programación radiofónica [Leer]
· Capítulo 1 – ¿Cómo armar una programación? [Leer]
· Capítulo 1.1. – Mosaicos, bloques o continuo [Leer]
· Capítulo 1.2. – ¿A quién diriges tu programación? [Leer]
· Capítulo 1.3. – ¿El mejor modelo? [Leer]
· Capítulo 1.4. – Pasos para armar la programación [Leer]
· Capítulo 2 – Programas imprescindibles [Leer]
· Capítulo 2.1. – Formatos que resuelven [Leer]
· Capítulo 2.1.1. – Formatos que resuelven: intermediación [Leer]
· Capítulo 2.1.2. Formatos que resuelven: consultorios [Leer]
· Capítulo 2.1.3. Formatos que resuelven: debates [Leer]
· Capítulo 2.2. – Formatos que relatan [Leer]
· Capítulo 2.2.1. – Formatos que relatan: programas callejeros [Leer]
· Capítulo 2.2.2. – Formatos que relatan: personificaciones [Leer]
· Capítulo 2.2.3. – Formatos que relatan: podcast [Leer]
· Capítulo 2.3. – Formatos que nos hacen reír [Leer]
· Capítulo 2.3.1. – Formatos que nos hacen reír: concursos [Leer]
· Capítulo 2.3.2. – Formatos que nos hacen reír: deportes [Leer]
· Capítulo 2.3.3. – Formatos que nos hacen reír: sketches [Leer]
· Capítulo 3 – Hacia una redio multimedial [Leer]
Tradicionalmente, ¿cómo se han organizado los programas en la parrilla de programación?
Al principio, fueron los mosaicos. La unidad de tiempo fundamental en radio era la media hora. Los capítulos de las radionovelas tenían, generalmente, esa duración. Los noticieros también. Venía el espacio de música mexicana, el de tangos, un programa de niños, treinta minutos de música nacional, otra radionovela, otro informativo. El resultado era un mosaico de programas sin mucha ilación entre sí. Contiguos, pero no continuos.
Esta estructura está bastante abandonada en la mayoría de emisoras. Queda claro que una programación así, tan picoteada, difícilmente obtiene un buen posicionamiento. Además, los públicos resultan tan inconstantes como la misma ruleta de programas.
El estilo mosaico fue muy empleado en los comienzos de la radio por la natural experimentación del nuevo medio. También ha sido muy utilizado por programadores benevolentes de radios educativas que asignan media hora para el club de madres, media hora para los maestros, otra media para los agricultores, y así.
De los mosaicos se fue pasando a los bloques. Esta segunda estructura —la más empleada en la actualidad— amplía la unidad de tiempo a dos, tres y hasta cuatro horas. El formato englobante para estas largas duraciones es la radiorevista, llamada por algunos ómnibus o contenedor. La variedad de los temas y recursos, así como la holgura del espacio, exige un elemento cohesionador. Éste no es otro que los conductores del programa, él y ella, que protagonizan esta fórmula.
Los grandes bloques dan continuidad al conjunto de la programación. Permiten una gran versatilidad a la hora de componer el espacio. Los que antes eran programas o programitas yuxtapuestos y fijos, ahora se han convertido en secciones dinamizadoras y movibles dentro del bloque. Estas secciones suelen durar de cinco a diez minutos.
Algunas emisoras se mantienen en un estado híbrido: al interior de la radiorevista, dan paso a programas de 20 minutos y hasta media hora, con sus correspondientes características de entrada y salida y sus conductores propios. Esta fórmula rompe la fluidez del bloque. Las secciones pueden titularse, incluso pueden tener sus identificaciones musicales, pero deben ser y parecer parte del programa global. Son secciones, no programas incrustados.
Las ventajas de esta segunda estructura quedan confirmadas por la experiencia de muchísimas emisoras que organizan así su programación. Ganan en coherencia y no pierden en variedad. Los conductores ya no hacen visitas de médico, como en la programación de mosaico, sino que acompañan largos tramos de la jornada. Esto les permite establecer una relación más amistosa, casi familiar, con los oyentes.
Ahora bien, conducir una revista de tres y cuatro horas es tarea muy exigente. Hay que encontrar valientes para jinetear estos espacios de largo aliento, manteniendo siempre el mismo entusiasmo y un constante buen humor. De no ser así, los bloques se convertirían en ladrillos.
Una tercera estructura es la programación continua. Aquí se echan abajo todas las divisiones entre un programa y otro, entre una revista y la siguiente. La mejor imagen es el río, un flujo incesante de música, informaciones, secciones de distintos temas y formatos, comentarios y comentaristas apropiados para los diferentes públicos que predominan en cada momento. La programación se vuelve un sólo programa variado y englobante de 24 horas.
Vista así, esta tercera propuesta resulta atractiva. La realización de la misma, sin embargo, entraña sus riesgos. Los perfiles específicos de los diferentes tramos de programación pueden irse disolviendo, volviéndose todo muy parecido, uniformado. En una programación especializada esto no sería problema. En una programación generalista, que apuesta por contenidos y públicos variados, sí. Es como decorar una casa con diferentes ambientes, pero sin ninguna pared. Por otra parte, un exceso de espontaneidad podría arrastrar a la improvisación y dificultar el control de los objetivos programáticos. No hay que descartar esta estructura de completa fluidez, pero tampoco adoptarla sin precauciones.
Las tres estructuras mencionadas —mosaicos, bloques y continuo— pueden desarrollarse en los tres modelos de programación que enseguida veremos.
Al igual que la mayoría de mis compañeros de este maravilloso curso, considero que soy de la escuela antigua (programación radial del “mosaico”) donde se tiene programación variada, interesante, pero de 30 a 60 minutos.
Sueño algún día con instalar una radio escolar en mi lugar de trabajo.
El modelo mosaico procede de la radio norteamericana de los años 40 (los llamados años dorados de la radio). Permite incorporar los géneros tradicionales (dramas radiofónicos, concursos, documentales) en emisoras que buscaban públicos homogéneos.
A mi concepto hoy en día las radios digitales los programa en mosaico y bloques deben ser más educativos que musicales.
Es evidente que no existe un formato ideal, si no que cada emisora adoptará el formato que más le convenga, de acuerdo con la idiosincrasia de sus escuchas. No es lo mismo una emisora en el «Impenetrable Chaqueño» de Argentina, que una emisora On-Line “Europeizada”.
La radio a evolucionado, en muchos aspectos bueno con acepción a mi opinión personal de las que difunden full reguetón que contienen frases «sin sentido o grotesco, sexista» la llamo involución, pero aun se hace una programación mixta digamos con programas de bloque y mosaico. Siendo quizás un poco mas complicado tener una programación continua.
Como muchos, crecí con la la radio y tv analógica. Por lo tanto me formé con el hábito de escuchar programas de 30 y 60 minutos de duración, la programación mosaico al que se hace referencia. En México, en la radio de servicio público se continua con este esquema. En la emisora social de barrio comunitaria que iniciamos en este año (Perspectiva FM) aspiramos a incursionar en formatos más abiertos como la radio revista, que considero, encuentra un reto interesante a incursionar: la radio para un público general.
Una ventaja de nuestra emisora escolar es que la duración de los programas son de 20 a 30 minutos; salvo el caso de que la emisora esté liderando una jornada especial.
Creo que me quede en la vieja escuela de mosaicos , con programación variada y diferenciada ,a la mañana muy temprano por ej en musica tango y folclore y noticias rurales por ej ,repetición de noticiero a media mañana y mediodía y media tarde
,clásicos en ingles en la noche por ej
En las emisoras convencionales se sabe hasta donde llega la radio por lo que conociendo al publico de la zona se hace la programación . Cosa distinta es la radio virtual porqué no se sabe hasta dónde te pueden sintonizar .
Por lo que considero que una programación podria ser una mezcla de estos tres enfoques; mosaico, por b loques y continua. El reto seria estructurarlo.
mi programacion esta hecha en bloques, por generos mucicales,programas educativos, medio ambiente , justicia en equidad ,de opinion, noticias, espacios religiosos cortos, y espero con el curso poder mejorar mi programacion
Muy interesante y ademas formativo, de mucho valor para algunas emisoras de Radio que tenemos parrillas de programacion echas a capricho de los directores o jefes de programacion, sin estudios previos de sintonia
Esta muy interesante. Considero que hoy en día una programación continua es por la que apuesta la mayoría de radios de zona urbana ya que estas tienen segmentos o micro programas en los cuales pueden hablar de deportes, noticias del día, salud, bienestar etc (depende la radio también) y de igual van jugando con el tipo de música según su target.
En cambio una programación de bloquea considero que va acore a las radio de zona rural, ya que se vuelve mas noticioso, existen más temas sociales, etc y de igual manera vas jugando con la música.
La estructura debe estar sincronizada al maximo,aunque no es la primera vez que una estructura se cambia por un evento importante como pueda ser la toma de posesión de un presidente de una nación.